Al menos 3.296 personas quedaron detenidas este sábado en Rusia durante las manifestaciones organizadas por partidarios del opositor Alexei Navalny para exigir su liberación, a pesar de las presiones de las autoridades.
Así lo destaca la ONG OVD-Info, especializada en informar sobre detenciones en el contexto de manifestaciones.
Число задержанных по всей России на 15:21 достигло 863 человек, сообщает «ОВД-Инфо»https://t.co/I3N958meEk
— МБХ медиа (@MBKhMedia) January 23, 2021
Desde Moscú hasta Vladivostok, el equipo del activista anticorrupción, víctima de un envenenamiento hace unos meses, lanzó llamados a manifestarse en 122 ciudades rusas.
Las primeras apariciones tuvieron lugar en el Extremo Oriente y en Siberia, donde varios miles de personas salieron a las calles en Vladivostok, Kabarovsk, Novossibirsk y Tchita, según los partidarios del opositor, gritando: “¡Libertad para Navalni! ¡Libertad para los presos políticos!”, frente a importantes efectivos de la policía antidisturbios.
Mientras que en Yakutsk, al sur del Círculo polar, un centenar de personas desafió al frío extremo de -50 grados para manifestarse.
Las detenciones fueron particularmente brutales en Vladivostok, puerto ruso del océano Pacífico, donde los policías antidisturbios golpearon a los manifestantes con porras.
En la capital
En Moscú empezó una manifestación en la plaza Pushkin. Una hora antes de la manifestación prevista para las 14:00, agentes antidisturbios, desplegados en gran número, detenían una a una a las personas sospechosas de querer participar.
Al menos una veintena de personas fueron detenidas, sin enfrentamientos, ante la mirada de una marea de periodistas.
La policía moscovita ya había advertido que “reprimirá” cualquier protesta no autorizada que considere una “amenaza para el orden público”. El alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, denunció manifestaciones “inaceptables” en medio de una pandemia.
En la red social Instagram, la esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, anunció su intención de manifestarse en Moscú por su esposo, que “nunca se rinde”.
AFP
